martes, 27 de julio de 2010

Corte de ruta en Formosa

Desde el domingo próximo pasado la Ruta Nacional 86 se encuentra cortada por aborígenes de la etnia Toba en el departamento de Pilcomayo, Formosa, quienes reclaman el reconocimiento de las tierras que ocupan como propias, en momentos en que en esa zona se estaban por iniciar las obras de construcción de un edificio destinado a un instituto universitario.

La medida fue tomada por indígenas que viven en la Colonia La Primavera, ubicada en ese departamento, y que reclaman como suyas las tierras donde se pretende levantar la citada edificación.

El conflicto es de antigua data. Este pueblo originario perteneciente a la nación Qom (Tobas) habita esa región desde tiempos inmemoriales, aunque nunca les fue reconocida su propiedad sobre todo el territorio que reclaman.

En noviembre de 2006, el Congreso de la Nación sancionó la Ley N° 26160 de Reparación Histórica de las Comunidades Indígenas, que en su articulo 1° declara “la emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas originarias del país, cuya personería jurídica haya sido inscripta en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas u organismo provincial competente o aquellas preexistentes, por el término de cuatro años…”, mientras que su artículo segundo suspende “por el plazo de la emergencia declarada, la ejecución de sentencias, actos procesales o administrativos, cuyo objeto sea el desalojo o desocupación de las tierras contempladas en el artículo 1º…”.

La construcción se convertiría en un acto administrativo y, por lo tanto, no debiera concretarse hasta que finalice la vigencia de la legislación.

En la zona en conflicto, durante el año pasado se realizaron trabajos de desmonte y arreglos para poder iniciar las obras civiles, pero las mismas se paralizaron hasta la semana pasada, cuando se llevaron algunos equipos y materiales y se comenzó a instalar el cartel de obra.

El domingo posterior, unos 150 aborígenes iniciaron el corte de la Ruta 86 a unos cinco kilómetros de Laguna Blanca en reclamo del cumplimiento de la ley 26160, la cual tiene plena vigencia hasta noviembre del corriente año.

El conflicto por el territorio que tradicionalmente ocupan hace tanto tiempo (la Laguna Blanca y sus inmediaciones) es el que les permite vivir según sus pautas culturales.

Los aborígenes reclaman una superficie de 2.400 hectáreas de las que, sostienen, han sido despojados y para que sean incorporadas a las que ya poseen.

El territorio de la colonia La Primavera es habitado por unas 800 familias y es lindante con el Parque Nacional Río Pilcomayo y cercana al Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar Región NEA (IPAF NEA), zona mayoritariamente constituida por predios de pequeños y medianos productores.

El acceso a la tierra de los pueblos originarios es imprescindible para permitir su supervivencia como pueblos con identidad y culturas propias.

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